La Semana Santa en Almería es, sin duda, uno de los eventos más espectaculares del año. Pero además de los solemnes pasos, las saetas que te atraviesan el alma y el olor a incienso, hay algo que realmente destaca: las rivalidades entre Hermandades. ¡Y no, no estamos hablando de las típicas rivalidades de “tú me miras mal y yo te respondo con una mirada más intensa”! Aquí estamos hablando de una verdadera batalla épica por el título no oficial de «Hermandad más venerada de Almería». Y, claro, todo con mucho estilo, sudor y, a veces, incluso un toque de drama digno de una telenovela.

Hermandades, ¿hermanas? ¡Más bien rivales con capirotes!
Imagina la escena: un grupo de nazarenos de una Cofradía camina majestuosamente por las calles, cuando de repente, a lo lejos, se ve el paso de otra Cofradía. Ahí es cuando el ambiente se calienta. Los pasos no se cruzan, pero las miradas sí. En ese instante, se produce el fenómeno “concentración al máximo” que solo los nazarenos expertos saben manejar. Nadie dice nada, pero la competencia está servida. ¿Quién lleva el paso más bonito? ¿Quién anda mejor a compás? ¿Qué hermandad lleva más cortejo? o ¿Quién lleva mejor banda? No es solo un desfile religioso; ¡es el “Supervivientes” de las Hermandades!

Domingo de Ramos: El Día en que los Almerienses van a la iglesia… ¡y a la Fashion Week!
El Domingo de Ramos en Almería no es solo un día de procesiones, ¡es todo un desfile de alta costura (o algo así)! Porque, al igual que los nazarenos se preparan para lucir su mejor capa, tú, almeriense de a pie, también estás dispuesto a arrasar con tu outfit de domingo. Este es el momento en el que todo almeriense se convierte en un crítico de moda, y las pasarelas no están en París ni en Milán, ¡están en el Paseo de Almería!
¿Qué te creías? El Domingo de Ramos no es solo para celebrar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, es también el día en que los almerienses se preparan para ser vistos, y no hablamos solo de los nazarenos. Si hay algo que los almerienses cofrades saben hacer bien, es pasearse con una elegancia que haría temblar a los modelos de las pasarelas. Desde la salida de la «Borriquita», las miradas se centran en lo siguiente: «¿Quién lleva el mejor traje? ¿Quién lleva el mejor vestido? ¿Quién ha tenido la ocurrencia de combinar el capirote con unas zapatillas Nike?» Pero cuidado, porque el Domingo de Ramos en Almería no es solo un desfile de estilo, ¡es una auténtica competencia!

El «Juego de las Saetas»: ¡Saetas, pero con rivalidad!
Y hablando de competencia, no podemos olvidar las saetas. Las hermandades de Almería se tiran saetas como si fueran dardos de precisión. Claro, todo con la solemnidad que requiere el momento, pero con la mirada fija en quién tiene la voz más potente o quién se atreve a improvisar una saeta tan dramática que deje a todos los presentes con la boca abierta (y los oídos un poco adoloridos).

Y al Final, ¿Quién gana?
Al final del día, aunque las hermandades puedan estar en constante batalla por el protagonismo, hay algo que está más allá de cualquier rivalidad: la devoción. Porque, a pesar de las carreras de pasos, las saetas a lo largo de las calles y las tapitas que no dejan de disputarse, lo que realmente importa es que, a pesar de todo, la Semana Santa en Almería es un momento de unión. Eso sí, mientras nadie te quite el paso ni la tapa de las manos.
En resumen, la Semana Santa en Almería es una mezcla de fervor religioso, tapas deliciosas y risas que no cesan. Aquí, las procesiones no son solo una muestra de devoción, ¡son una oportunidad para demostrar tu resistencia al calor y al paso! Pero no te equivoques, ¡ni el sol ni el sudor quitan la devoción! Y si alguien te pregunta, di con orgullo: «He estado en la Semana Santa de Almería… y he resucitado de calor, ¡y de alegría!».
