En el pintoresco pueblo de Sorbas, en pleno corazón de Almería, hay un misterio que ha dejado a más de uno con cara de “¿pero qué está pasando aquí?”. En este tranquilo rincón de la provincia, parece que las estrellas tienen competencia: ¡luces extrañas y brillantes que se pasean por el cielo nocturno como si fueran estrellas fugaces con ganas de fiesta!

¿Será un fenómeno natural? ¿Unas luciérnagas con exceso de cafeína? Pues no, parece que las luces de Sorbas tienen una historia mucho más misteriosa. Los lugareños llevan años hablando de estos fenómenos luminosos que aparecen en las colinas cercanas al pueblo, y lo curioso es que no parecen ser un simple destello de algún coche ni un efecto de la contaminación lumínica. ¡Son luces que se mueven de forma rara y totalmente aleatoria! ¿Un OVNI en busca de un buen plato de migas almerienses?
Algunos incluso bromean diciendo que son extraterrestres en busca de tomates, porque, claro, en Sorbas y Almería en general, los tomates son casi sagrados.

La leyenda de estas luces ha crecido tanto que hay quienes aseguran haberlas visto de cerca. Algunos dicen que las luces cambian de color, como si fueran un show de luces alienígenas al estilo de un concierto de David Bowie, pero sin la música. Otros más atrevidos afirman que, cuando se acercan, las luces desaparecen como si fueran un truco de magia, dejando a los observadores con la boca abierta y el teléfono móvil lleno de fotos borrosas.
Los expertos han intentado darle una explicación científica a las luces de Sorbas, pero ni los más listos se ponen de acuerdo. Algunos dicen que es un efecto óptico debido a la atmósfera, otros que es el reflejo de las farolas lejanas… Pero claro, con tantas historias extrañas de gente que jura haber visto “algo” flotando por ahí, la cosa sigue siendo un misterio.

En fin, que Sorbas sigue siendo el lugar ideal para los que buscan un buen misterio, ya sea de extraterrestres, de luces perdidas o, quién sabe, de algún tipo de espectáculo cósmico que solo ocurre en Almería. Y si te aventuras a ver las luces, prepárate: puede que salgas con una historia para contar, o puede que termines preguntándote si lo que viste fue real o solo el resultado de un buen almuerzo con vino.