¡Se acerca el Día de la Madre! Y sí, aunque todos los años prometemos no volver a dejarlo todo para el último momento, aquí estamos, otra vez a última hora, buscando el regalo perfecto para la jefa de la casa. Porque si algo sabemos es que mamá se lo merece todo… y yo me he puesto las pilas para chivaros cuales son los mejores regalos para que no hagas el ridículo este domingo…
Si eres de los que piensa que las flores siempre son una buena opción, este año me he propuesto darle un giro al tema. Porque, ¡oye! Eso de regalar la típica rosa que se marchita en tres días ¡No señor! Te vas y le compras un ramo de flores ¡De esos bien bonicos con todas sus cosas! Y si además le añades un tarro de miel de la Alpujarra o un frasco de aceite de oliva virgen extra (que tu madre va a saber que te has gastado un dineral) ¡Con esto ya tienes el combo ganador!
Bueno, y si tu madre es de esas que no toma nada que no tenga etiqueta dorada ¡Ya te digo que la opción del vino es una apuesta segura!. Pero no vale cualquier botella, ¡eh! No le vayas a regalar a tu madre vino del Mercadona ni marca Auchan ¡Que nos conocemos! Mejor invítala a una cata de vinos en las bodegas de Laujar de Andarax (sí, porque ya sabéis que el vino de la Alpujarra tiene ese toque especial, guiño, guiño). Y si no quieres liarte con el viaje, pues un buen tinto alpujarreño en una botella de diseño chulo ¡Que no hace falta tener una finca para ser un experto!
Vale, y con la moda ¿Te atreves? Ya sé lo que estás pensando: “¿Otra blusita más? ¿Otra bufanda?” Nooo. Este año vamos a arriesgar con una prenda local, algo que combine con su estilo y con lo que te haga sentir el mejor hijo del mundo. Y si eres de los que no tienen ni idea de moda (como yo), ¡nada que un paseo por el mercadillo de los sábados no pueda arreglar! Un pañuelo de seda de esos que las madres llevan con todo y que nunca saben cómo atarse, pero siempre les da una elegancia que ¡Pa qué!, o unos pendientes artesanales de alguna tienda del centro… Y si te quieres dejar los cuartos, ¡una chaqueta de lino de las de J. González para que vaya ella elegantona!
O ¿Lo de siempre no te convence? Pues regálale un día de relax. Un masaje, una sesión de spa o un tratamiento facial en el centro de belleza de la ciudad. Vamos, que tu madre ya está cansada de ser la superheroína de la casa ¡Así que dale un respiro! Y, si te quieres ganar unos puntos extras, vete al spa con ella y haz como que te relajas (aunque te esté doliendo el cuello de tanto aguantar la risa por la situación)
Y por último ¡Si realmente quieres sorprenderla, prepárale una comida que se salga de lo normal! Y no, ¡no me refiero a hacerte el MasterChef! Mejor un menú de tapeo, con su ración de jamón del bueno, un arrocico, un pescaíto frito, y, por supuesto, ¡un buen postre! Lo bueno de esto es que, después de este festín, seguro que se olvida de los regalos.
¡Total! ¡Este domingo no te la juegues! No hace falta gastar una fortuna, pero sí pensar en algo que haga sentir especial a tu madre. Desde un buen vino hasta un masaje que le quite todos los dolores del mundo (o simplemente unas horas para ella sola). ¡Lo que importa es que lo hagas con amor!
Y si no sabes por dónde empezar, pues siempre puedes recurrir a lo de siempre: el clásico ramo de flores, una buena botella de vino y el detalle de «mamá, te quiero mucho». Y lo demás… ya sabes, lo haces a tu manera. Pero lo que importa es ¡que no se te olvide!
¡Nos vemos y feliz Día de la Madre a todas esas mamás que lo hacen todo!
