Solo hace falta que el hombre del tiempo diga que va a llover (aunque no lo haga porque se equivoca más que una escopeta de perdigones) o que veamos una nubes grises en el cielo para salir corriendo al supermercado más cercano a comprar harina de sémola para hacer migas con todos sus avíos.
Aunque en toda España se comen migas, en todos sitios son de pan menos aquí, en Almería que son de harina.
Acaso no habéis escuchado eso de: «Ah, vosotros también hacéis migas. Sí, qué buenas están las migas con chocolate». ¿Quéeeee? Migas ¿con qué? Aquí las migas se comen rabanillos, con aceitunas, tocinillo, pescado, chorizo, morcilla y pimientos fritos, con lo que quieras menos con chocolate.
¡Ay qué ricas están nuestra migas de Almeria! Y a esta hora ya se nos hace la boca agua.
Tradición
Según las personas mayores de la provincia, la tradición de comer migas viene gracias a los pastores que cuando salían a pastorear echaban en su morral lo básico por si les pillaba temporal poder comer: un poquito de harina, un poco de aceite, unos ajos y un trocico de tocino.
Cuando el mal tiempo apretaba, los pastores se juntaban para comer y echar su ratico entorno a la lumbre con un platico de migas.
Otro de los motivos por los que este plato es tan conocido es por su consistencia y porque es un plato barato de cocinar y saciante, que a lo largo de décadas ha servido para combatir el hambre en muchas casas gracias al acceso a la harina.
Antaño se consideraba una comida de familias humildes. Hoy día, llueva o no, reunirse en torno a un fuego con una buena paila de migas con sus avíos es todo un manjar.
Receta
Si te animas, aquí te dejamos esta fácil receta para que la hagas en tu casa. Adapta la receta según el número de personas que seáis para comer.
Migas para 4 personas:
- 4 vasos de agua
- 4 vasos de harina de sémola para hacer migas
- 1 pizca de sal
- Unos dientes de ajo sin pelar
- 200 ml de aceite de oliva
Preparación:
Si tienes una paila, es el momento de sacarla para cocinar este apreciado plato almeriense. Añade a la paila el aceite a fuego medio con los dientes de ajo machacados y antes de que se doren mucho los retiramos de la sartén. Añade sal, un espolvoreo de harina y un poco de agua para que ligue. Remueve durante aproximadamente un minuto y después de eso añade todo el agua y la harina mezclándolo todo.
Baja el fuego para que las migas se hagan a fuego lento y sobre todo no dejes de remover durante unos 15-20 minutos hasta que veas que las migas se van soltando en grumos pequeños.
Una vez las termines apártalas del fuego y las dejas reposar tapadas mientras preparas los avíos que pueden ser diversos y variados en función de los gustos de cada uno: boqueroncillos fritos o sardinas a la plancha, rábanos, chorizo, morcilla y pimientos fritos, tocinillo frito… y al centro un platico de tomate almeriense.
Las migas se pueden servir en plato individual o comerse directamente desde la paila, según la costumbre de cada casa.
Y poco misterio más tiene hacer unas migas que te quiten el sentío.
Sirve las migas con sus avíos, acompáñalas de un vínico de la tierra y ¡a disfrutar!